miércoles, 6 de mayo de 2015

Hoy (6 de mayo) la Iglesia celebra a Santo Domingo Savio, Patrono de las embarazadas

“¡Quiero ser santo!”, solía decir Santo Domingo Savio, cuya fiesta se celebra cada 06 de mayo. Es Patrono de los niños cantores y también de las embarazadas por haber cumplido en suvida una misión de la Virgen María, mientras era guiado por San Juan Bosco.
Domingo Savio nació Italia en 1842. Desde muy pequeño deseó ser sacerdote y al conocer a Don Bosco le pide ingresar al Oratorio de San Francisco de Sales en Turín.
Allí organizó la Compañía de María Inmaculada y con sus compañeros frecuentaba los sacramentos, rezaba el Rosario, ayudaba en los quehaceres y cuidaba a los niños difíciles. Además tenía un espíritu muy alegre, le gustaba jugar y estudiar.
San Juan Bosco escribió una biografía del joven santo y lloraba cada vez que la leía. En ella contaba que varias ocasiones vio a Domingo como arrobado después de recibir la Comunión hasta que cierto día, Don Bosco lo encontró en el coro del templo.
“Voy a ver –cuenta Don Bosco– y hallo a Domingo que hablaba y luego callaba, como si diese lugar a contestación; entre otras cosas entendí claramente estas palabras: ‘Sí, Dios mío, os lo he dicho y os lo vuelvo a repetir: os amo y quiero seguir amándoos hasta la muerte. Si veis que he de ofendemos, mandadme la muerte; sí, antes morir que pecar’”.
Cuando Don Bosco le preguntó qué hacía en esos momentos, Domingo le contestó: “es que a veces me asaltan tales distracciones que me hacen perder el hilo de mi oración, y me parece ver cosas tan bellas que se me pasan las horas en un instante”.
Durante el proceso de investigación para llevar a Domingo Savio a los altares, su hermana Teresa narró que cierta vez el Santo se presentó ante Don Bosco y le pidió permiso para ir a casa. Su formador le preguntó el motivo y el joven le contestó: “mi madre está muy delicada y la Virgen la quiere curar”.
Don Bosco le preguntó de quién había recibido noticias y Domingo contestó que de nadie, pero que él lo sabía. El sacerdote, que ya conocía de sus dones, le dio dinero para el viaje.
La mamá de Domingo estaba embarazada, pero sufriendo con fuertes dolores. Cuando el muchacho llegó a verla, la abrazó fuertemente, la besó y luego obedeció a su madre, quien le había pedido que fuera con unos vecinos.
Cuando llegó el doctor vio que la señora estaba repuesta de salud y mientras los vecinos la atendían, le vieron al cuello una cinta verde que estaba unida a una seda doblada y cosida como un escapulario. La sorprendente visita de Domingo a su madre se dio el 12 de septiembre de 1856, fecha del nacimiento de su hermana Catalina.
Tiempo después Domingo le dijo a su madre que conserve y preste aquel escapulario a las mujeres que lo necesiten. Así se hizo y muchas afirmaban después haber obtenido gracias de Dios con la ayuda del escapulario de la Virgen.
Domingo Savio retornó al oratorio salesiano, pero no por mucho tiempo. Su salud se resquebrajó más y a sugerencia de los médicos tuvo que despedirse de Don Bosco y sus compañeros para volver a su casa. Antes de morir, dijo: “¡Qué cosa tan hermosa veo!”. Partió a la Casa del Padre un 9 de marzo de 1857 con catorce años edad.

Bibliografía:
aciprensa.com

lunes, 13 de abril de 2015

Origen de las Contradicciones entre República Dominicana y Haití.

El libro ¨Crisis de la Democracia de América en República Dominicana¨, escrito por el Profesor Juan Bosch, explica históricamente el origen de las contradicciones entre República Dominicana y Haití.
En su relato, Bosch plantea la tesis de una lucha interminable que mantienen los descendientes de los negros esclavos que fundaron la República de Haití, en contra de los blancos y los mulatos, a quienes visualizan como sus enemigos.

¨La isla Española tenía frente a su costa noroccidental una pequeña isla adyacente, La Tortuga; el Gobierno colonial español abandonó La Tortuga porque le era costoso en hombres y en dinero defenderla de incursiones inglesas y francesas, y así fue como La Tortuga pasó a manos de piratas franceses y más tarde a manos del Gobierno francés.
Desde La Tortuga, poco a poco, los blancos franceses fueron acomodándose en los pequeños valles fértiles de la parte norte del oeste de la Española; fueron llevando esclavos y organizando plantaciones de caña y de índigo, de manera que cuando España vino a darse cuenta, ya había en su colonia una población de franceses que se consideraban por derecho de conquista colonos franceses, parte del imperio colonial de Francia, sin deber de obediencia al Gobierno español.
Al principio, esa colonia francesa de facto se llamaba Saint-Domínguez; después pasó a llamarse Haití. Al principio, España la dejó estabilizarse por indolencia; después, tuvo que reconocer su existencia, y al cabo, en el siglo XVIII, debilitada por su continuo guerrear en Europa, España admitió que Haití era de derecho colonia de un poder extranjero.
He contado con ciertos detalles lo que pasó en la colonia de Haití cuando los esclavos se rebelaron contra sus amos a consecuencia de la agitación que produjo en la colonia la Revolución Francesa; lo hice en mi libro Trujillo: causas de una tiranía sin ejemplo. No voy, pues, a repetirme; pero sucintamente explicaré que de esa rebelión surgió, al comenzar el siglo XIX, la República de Haití, y que ésta tenía ya dieciocho años de vida cuando los dominicanos se declararon independientes de España y protegidos de Colombia.
Menos de dos meses después de esa acción política dominicana, los ejércitos de Haití cruzaron la frontera y extendieron su gobierno a toda la isla. Así se explica por qué la República Dominicana, establecida en 1844, surgió en guerra contra Haití y no contra España, que había sido su metrópoli original.
Esa guerra, que en la historia dominicana se conoce con el nombre de “guerra de independencia” —aunque en los días en que se llevaba a cabo se llamaba, con mayor propiedad, “de separación”— fue la culminación de una lucha larga, que se había iniciado desde el siglo XVII, que se mantuvo prácticamente todo el siglo XVIII, y que tuvo a principios del siglo XIX páginas sombrías con las invasiones de Toussaint, de Dessalines y de Cristóbal.
Los dominicanos, pues, formaron su sentimiento nacional peleando, primero contra los franceses de la región occidental, y después contra sus herederos, los haitianos.
He contado con ciertos detalles lo que pasó en la colonia de Haití cuando los esclavos se rebelaron contra sus amos a consecuencia de la agitación que produjo en la colonia la Revolución Francesa; lo hice en mi libro Trujillo: causas de una tiranía sin ejemplo.
No voy, pues, a repetirme; pero sucintamente explicaré que de esa rebelión surgió, al comenzar el siglo XIX, la República de Haití, y que ésta tenía ya dieciocho años de vida cuando los dominicanos se declararon independientes de España y protegidos de Colombia.
Menos de dos meses después de esa acción política dominicana, los ejércitos de Haití cruzaron la frontera y extendieron su gobierno a toda la isla. Así se explica por qué la República Dominicana, establecida en 1844, surgió en guerra contra Haití y no contra España, que había sido su metrópoli original.
Esa guerra, que en la historia dominicana se conoce con el nombre de “guerra de independencia” —aunque en los días en que se llevaba a cabo se llamaba, con mayor propiedad, “de separación”— fue la culminación de una lucha larga, que se había iniciado desde el siglo XVII, que se mantuvo prácticamente todo el siglo XVIII, y que tuvo a principios del siglo XIX páginas sombrías con las invasiones de Toussaint, de Dessalines y de Cristóbal. Los dominicanos, pues, formaron su sentimiento nacional peleando, primero contra los franceses de la región occidental, y después contra sus herederos, los haitianos.
Me veo en el caso de repetir ahora lo que dije en mi libro sobre Trujillo acerca de la revolución haitiana: ha sido la única revolución en la historia moderna que fue a la vez guerra de independencia —de colonia contra metrópoli—, guerra social —de esclavos contra amos— y guerra racial —de negros contra blancos—. La violencia de esas tres guerras en una resultó devastadora; en términos absolutos, no relativos, los antiguos esclavos destruyeron toda la riqueza acumulada en Haití durante la colonia, y esa riqueza era mucha.
Sin embargo —y esto no lo dije en aquel libro porque estaba haciendo el análisis de un problema dominicano, no haitiano— sucede que en cierta medida, el aspecto destructor de la revolución haitiana ha sido continuo; de hecho, Haití ha seguido, a lo largo de su vida independiente, en guerra constante contra todo núcleo humano y social que pudiera convertirse, por cualquier vía, en sustituto de los colonos franceses.
Esa especie de guerra social perpetua, que en su origen fue de negros contra blancos —debido a que los negros eran los esclavos y los blancos los amos—, derivó después hacia la matanza de los mulatos y se ha conservado como lucha sin cuartel de los negros contra los mulatos.
Las carnicerías de los tiempos de Soulouque, en que los mulatos eran las víctimas, encogen el ánimo del que estudia la historia de Haití. Ahora bien, sucede que los mulatos eran los que —tal vez por ser hijos de blancos, y por tanto disponían de más medios— se preparaban para ser burócratas, comerciantes, profesionales; formaban élites que al principio no tenían sustancia económica pero que al final adquirían bienes, con lo cual amenazaban convertirse en minorías con poder económico.
Al mismo tiempo que esas matanzas, con sus naturales consecuencias de inestabilidad política, retardaban el desarrollo del país, los gobernantes usaban el poder para hacer negocios, para enriquecerse y sacar dinero hacia Europa o —más recientemente— hacia Estados Unidos; de donde resultaba que se expoliaba a un pueblo pobre, se le robaba a la miseria.
Y al tiempo que eso iba sucediendo década tras década, la población haitiana crecía, su tierra se erosionaba, los medios del Estado eran cada vez menos de los que se necesitaban para darle al Pueblo educación y salud¨

Las diez Claves de la Educación en Finlandia

El sistema educativo finlandés está considerado uno de los mejores del mundo, especialmente por sus buenos resultados en los Informes Pisa, la evaluación que realiza la OCDE cada tres años. ¿A qué se debe? Te explicamos algunas características esenciales de la educación en el país nórdico que pueden contribuir a explicar su éxito y servirnos para reflexionar sobre nuestro propio sistema de enseñanza.


  1. 1. Los docentes son profesionales valorados. La educación es una profesión con prestigio y los profesores tienen gran autoridad en la escuela y en la sociedad. El equivalente a Magisterio en Finlandia es una titulación complicada, exigente y larga, que además incluye entrevistas personales, por lo que los maestros son profesionales muy bien preparados y vocacionales.  

  1. 2. La educación es gratuita y, por lo tanto, accesible a todos. El sistema educativo público establece que la educación es obligatoria y gratuita entre los 7 y los 16 años y debe ser impartida por centros públicos. Tampoco se paga por los libros ni por el material escolar, y todos los niños reciben una comida caliente al día en el colegio, también gratuita. En el caso de que el niño viva a más de 5 kilómetros del centro escolar, el municipio debe organizar y pagar el transporte.

  1. 3. El reparto del dinero público se hace de forma equitativa. Los fondos estatales se reparten de forma justa entre los centros. Hay una base de subvención común para todos pero la cifra final varía atendiendo a las necesidades de cada uno, de manera que se compense a aquellos con más carencias para equipararlos al resto. La igualdad de oportunidades es un valor esencial.

  1. 4. El currículo es común pero los centros se organizan. Cada escuela y sus profesores diseñan y organizan el currículo (aunque tiene unas líneas generales y un marco común para todos) y se planifican para conseguir los logros establecidos como mejor consideren.

  1. 5. La educación se personaliza. Desde los primeros cursos se interviene para apoyar a los alumnos con necesidades especiales, con lo que se evita que sus dificultades aumenten con los años y se minimizan los porcentajes de fracaso escolar. Se respeta el ritmo de aprendizaje de cada niño y se huye de las pruebas y actividades estandarizadas. Además, los profesores suelen ocuparse del mismo grupo desde 1.º (7 años) hasta 6.º (12 años), lo que ayuda a que los conozcan mucho mejor.

  1. 6. Los alumnos tienen tiempo para todo. La educación se toma en serio pero también se da importancia al juego y al descanso. Los niños no comienzan el colegio hasta los 7 años, momento en el que se les considera maduros para aprender. Además, las jornadas lectivas son más cortas. Los estudiantes de Primaria tienen solo 3 o 4 clases al día, con descansos de 15 minutos entre cada una de ellas a los que se suma el descanso para comer. Apenas hay deberes, el trabajo se hace en clase, no en casa.

  1. 7. Preparar la clase es parte de la jornada laboral. Los profesores no imparten tantas horas de clase como en otros países, sino que el tiempo que pasan en el aula es más reducido y destinan las horas restantes a preparar sus lecciones, investigar, organizarse o trabajar de forma colaborativa con otros docentes.

  1. 8. Se evita la competencia y las cifras. Los estudiantes no hacen exámenes ni reciben calificaciones hasta 5.º curso (11 años) y los informes que el profesor elabora para los padres son descriptivos, no numéricos.

  1. 9. Se premia la curiosidad y la participación. La imaginación y la capacidad de emprendimiento son muy apreciadas en la sociedad finlandesa, abundan los profesionales de campos artísticos y creativos y también los de tecnología e ingeniería. Esto también se fomenta en la educación, donde se valora la creatividad, la experimentación y la colaboración por encima de la memorización y las lecciones magistrales.

  1. 10. Los padres se implican. La sociedad y las familias consideran que la educación es fundamental y la complementan con actividades culturales. A esto contribuyen las ayudas que reciben los padres para la conciliación de la vida laboral y familiar, para que dispongan de más tiempo con sus hijos.


La Intervención Norteamericana de 1965 en la República Dominicana


El 24 de abril de 1965 marca una fecha histórica para todo el pueblo dominicano, representó un paso importante en la toma del poder del pueblo. Las organizaciones de trabajadores, en especial el sindicalismo, tuvieron una actuación muy importante.
El pueblo dominicano estaba hastiado por los desaciertos del gobierno de facto que representaba el Triunvirato, producto de un Golpe de Estado en  1963, y quería retornar al régimen constitucional que democráticamente había escogido en 1962 cuando fue electo el Profesor Juan Bosch como Presidente constitucional.
El sábado 24 de abril de 1965, el General Rivera Cuesta y el Coronel Ruiz  Batista fueron detenidos en el Campamento Militar 27 de febrero por un grupo de militares, que se declaran en rebeldía y se apoderan del Campamento Militar.
En una alocución radial, el Dr. José Francisco Peña Gómez, del Partido Revolucionario Dominicano, exhortó al pueblo al retorno a la constitucionalidad, y acelerar el derrocamiento del Triunvirato.
El Dr. Donald Read Cabral,
cabeza del Gobierno, hablando por una cadena de radio y televisión anunció un Toque de Queda y dio a los militares rebeldes un plazo que vencía a las 5.00 de la madrugada, para que se rindieran, y nombró al General Elías Wessin y Wessin como Jefe de las Fuerzas Armadas.
Los militares rebeldes se apoderaron del Palacio Nacional, sede del Gobierno, repartieron armas al pueblo y detuvieron a los gobernantes, consumiéndose la caída del Gobierno.
El 25 de abril el pueblo reclamó al Profesor Juan Bosch como Presidente Constitucional,
pero éste se encontraba refugiado en Puerto Rico, como también el ex vicepresidente y el Presidente de la Cámara de Senadores, sucesores legales del Presidente.
Desde Puerto Rico Juan Bosch habló al pueblo y propuso al Dr. Rafael Molina Ureña como Presidente Interino, en su calidad de Presidente de la Cámara de Diputados,  quien esa misma noche tomó juramento y posesión como Presidente.
El lunes 26 de abril se produjo una lucha armada entre los militares que defendían el régimen constitucional y los militares que estaban en la Base Aérea de San Isidro. La lucha principal se libró frente el Puente Duarte,  la sola vía que unía a la ciudad de Santo Domingo con la Base aérea. La fuerza aérea, dirigida por Wessin y Wessin bombardeó varios lugares de Santo Domingo, incluyendo el Palacio Nacional.
Los miembros del Comité Ejecutivo de la Confederación Autónoma de Sindicatos Cristianos (CASC), encabezado por Henry Molina y José Gómez Cerda, se presentaron  a Radio Televisión Dominicana, y exhortaron al pueblo y en especial a los trabajadores a respaldar el Movimiento Constitucionalista, el retorno a la constitucionalidad, y a defender la soberanía nacional.
Anteriormente la CASC había enviado a su Secretario General Henry Molina, a Puerto Rico, a entrevistarse con el Profesor Juan Bosch, y se había comprometido en el levantamiento armado.
Mientras el Palacio Nacional era bombardeado una comisión de la CASC, encabezada por Henry Molina y José Gómez Cerda fueron a la casa de gobierno a ofrecer su apoyo al Presiente efímero Dr. Rafael Molina Ureña, quien mantenía conversación telefónica con el Profesor Juan Bosch, y tenía como única compañía  al publicista Brinio Rafael Díaz, al dramaturgo Franklin Domínguez y al Ing. Leopoldo Espaillat  Nanita,  y en el patio un reducido pelotón de militares conducidos por el Contralmirante Luís Homero Lajara Burgos.
El martes 27 el Presidente Provincial Dr. Rafael Molina Ureña abandonó el Palacio Nacional y buscó asilo en una Embajada. Mientras tanto continuaban los enfrentamientos armados.
El miércoles 28 en la Base Aérea de San Isidro se juramentó un Gobierno Militar integrado por el Coronel Pedro Bartolomé Benoit, de la Fuerza Aérea, el Coronel Enrique Casado Paladín, del Ejército y el Capitán Manuel Santana Carrasco, de la Marina.
El 28 de abril desembarcaron los primeros militares norteamericanos, que llegaron a 42.000, evacuaron 1.172 personas  rumbo a Estados Unidos, norteamericanos, miembros del gobierno del Triunvirato y artistas que filmaban una película en Santo Domingo.
Esta segunda intervención de Estados Unidos contra la República Dominicana  cambió el panorama de la lucha armada interna, pues desde su inicio las tropas extranjeras enfrentaron a los constitucionalistas.


Mientras tanto, la Confederación Nacional de Trabajadores Libres (CONATRAL), hablando desde Santo Domingo  en la emisora radial La Voz de los Estados Unidos, apoyó la intervención y repudió al movimiento constitucionalista. Más tarde hizo lo mismo el Presidente de la AFL-CIO, de Estados Unidos, George Meany.
La Confederación Autónoma de Sindicatos Cristianos (CASC) constituyó el COMANDO ARMADO SINDICAL CRISTIANO (CASC), participando directamente a favor del movimiento constitucionalista.
El lunes 3 de mayo, el Congreso Nacional, reunido en Ciudad Nueva, Santo Domingo, nombró al Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó como Presidente de la República; él se juramentó en el Altar de la Patria, en el Parque Independencia el martes 4 de mayo.
Los grupos sindicales que apoyaron el Movimiento Constitucionalista fueron la CASC, UNACHOSIN, POASI y FOUPSA-CESITRADO.
El Gobierno de Caamaño nombró como Secretario de Trabajo al Dr. Virgilio Maynardi Reyna y como Subsecretario al Dr. César Estrella Shadalá.
El 7 de Mayo, en la Base Aérea de San Isidro se formó un nuevo gobierno Cívico-Militar, integrado por el General Antonio Imbert Barreras, Coronel Bartolomé Benoit, Ing. Alejandro Zeller, Dr. Carlos Grisolía Poloney y Julio Postigo, denominado GOBIERNO DE RECONSTRUCCION, y reemplazó al anterior Gobierno Militar.
La CASC coordinó su participación en el Movimiento Constitucional en cuatro frentes que eran:
La instalación de un Comando Militar de Trabajadores ubicado en la Calle Palo Hincado, que era coordinado por Henry Molina y José Gómez Cerda. Todos dormían en el Hotel Europa, que estaba ocupado por los constitucionalistas, donde también dormía el Ministro de la Presidencia Héctor Aristy.
Una misión al interior del país, para promover una huelga general, encargada por Francisco José  Bidó y Francisco Antonio Santos, también pertenecían a ese grupo Pedro Peralta hijo, Rafael Abreu Méndez, Sergio González, Rubén Abreu  Méndez, Rafael Rodríguez y Julio Fernández.


La búsqueda de contactos y relaciones con los otros grupos sindicales que participaban  en el movimiento constitucionalista.
Relaciones permanentes con la Confederación Latinoamericana de Sindicalistas Cristianos (CLASC)  para mantener informado al movimiento sindical latinoamericano de lo que estaba sucediendo en la República Dominicana.
La primera misión de la Organización de Estados Americanos    (O.E.A.)  que llegó al país estaba encabezada por el Embajador democratacristiano, chileno, Alejandro Magnet. Este se reunió con la CASC, y luego le solicitó al Presidente Caamaño que nombrara a José Gómez Cerda como representante del Movimiento Constitucionalista, pues fuera del país se explicaba que la lucha dominicana era de comunistas y anticomunistas.
José Gómez Cerda representó el Movimiento Constitucionalista ante los trabajadores de América Latina y  estuvo en Venezuela, Chile y México, donde se reunió con mandatarios, funcionarios y amigos del Gobierno de Caamaño.
En Venezuela José Gómez Cerda  se reunió con el Presidente Raúl Leoni y con el Consejo Latinoamericano de la CLASC; en Chile con el Presidente Eduardo Frei, además se realizó una gran concentración en el Teatro Caopolican, de regreso pasó por Washington y en Puerto Rico  se reunió con el Profesor Juan Bosch, en la casa del Sr. Bordas.
Durante la Intervención Norteamericana  murieron varios sindicalistas entre ellos el periodista Luís Acosta, del Sindicato de Trabajadores del Listín Diario, afiliado a la CASC, Pepe el Látigo, de POASI y Teófilo Ortiz ( Pata Blanca) del Sindicato de Marinos Mercantes.
La CASC y FOUPSA_CESITRADO mantuvieron un programa radial diario por Radio Televisión Dominicana (Zona Constitucionalista), que era trasmitido con el nombre de Justicia Social.
FOUPSA-CESITRADO realizó un Congreso donde el sector del Movimiento Popular Dominicano (MPD), encabezado por Julio de Peña Valdez, tomó el control de esa organización, aunque mantuvieron a Miguel Soto, del PRD como Presidente
La CASC realizó su V Consejo Nacional, en el local del Club Unión, al cual participaron delegados de todas las regiones del país, y el Secretario General de la CLASC para el Caribe, el sindicalista Emilio Máspero.
Máspero estuvo varios días en la Zona Constitucionalista, se entrevistó con el  Presidente Caamaño y luego fue a Puerto Rico para reunirse con el Profesor Juan Bosch, en apoyo al Movimiento Constitucional.
En Agosto, la Organización de Estados Americanos (O.E.A.), el Gobierno Constitucional  y el Gobierno de Reconstrucción  llegaron a un Acuerdo para terminar al guerra interna y firmaron el ACTA DE RECONCILIACION y un ACTO INSTITUCIONAL, mediante el cual los dos gobiernos entregaron sus poderes y aceptan un Gobierno Provisional encabezado por el Dr. Héctor García Godoy.
Francisco Alberto Caamaño,
como Presidente Constitucional se despidió del pueblo en una concentración en la Fortaleza Ozama, donde dijo entre otras cosas; EL PUEBLO ME DIO EL PODER, Y AL PUEBLO ENTREGO EL PODER…
El 3 de septiembre de 1965, el Dr. Héctor García Godoy  asumió la Presidencia de la República y se comprometió a realizar elecciones  en un periodo no menor de seis meses ni mayor de nueve.
Después de terminada la lucha armada los sindicatos volvieron a la normalidad, las organizaciones sindicales tuvieron posibilidades de recuperación, pero la CONATRAL perdió su importancia.
Las actividades, acciones y posiciones de los trabajadores en la Guerra Civil de 1965 fueron positivas y reafirmó posiciones basadas en principios y valores.